Emilio Ortiz Grognet

En 1904 estrena su primera obra teatral: En la sombra, traducida al italiano por la compañía de Tina Di Lorenzo, que actuaba en el Teatro San Martín.

[3]​ Continua haciendo crítica sobre plástica, esta vez en La Capital, y estrena en 1917 una pequeña pieza, Así en la tierra como en el cielo, que publica tres años después en una revista local.

En 1925, concordando con un imaginario segundo centenario de la ciudad, escribe su Canto al Rosario, levantando las banderas autoidentificatorias que su teatro nunca había sabido expresar, apelando al futuro, el trabajo, la riqueza, la industria y otros valores abstractos, para que lleven a Rosario, por fin a la capitalidad, esta vez de nueva provincia.

[4]​ Perteneció a una camada de grandes pensadores literarios como fueron Roberto Payró, Atilio Chiappori, Alfredo López Prieto, Manuel Gálvez, Eugenio Díaz Romero, Eduardo Talero, Alberto Tena, Emilio Becher, Martín Malharro y Charles de Soussens.

En Buenos Aires fundó El Palo Jabonado para velar por la estética de la producción teatral y organizar estrepitosos jaleos ante cada atentado artístico.