Su padre Abraham D. Ortiz había arribado a Tepic originario de Oaxaca, casó con Elvira Pérez dedicándose al comercio de mercería y ferretería, formando así una familia muy conocida en la sociedad nayarita, que se movía en medio de un inquieto grupo, interesado en afanes culturales.Las cinco muchachas, con gustos afines entre sí, departían sin embargo en alegres convivencias con amigos comunes, bajo la complaciente mirada de sus padres en espectáculos, tertulias literarias, conciertos, puestas de teatro, en fin una atmósfera intelectual.En ese ambiente Emilia desde pequeña muestra su gran destreza para el dibujo, afición a la música y a la literatura, por lo que en sus vacaciones disfrutadas en Guadalajara recibe clases particulares con el maestro José Vizcarra quien le juzga observadora nata con gran proclividad por los mundos mágicos, sensibilidad que aflorará posteriormente con sus hermosa pinturas de coras y huicholes,así como en su profusa colección de caricaturas realizadas a sus conocidos.Alterna no obstante sus estudios y consigue terminar una carrera comercial, y con la intensidad de la juventud, logra ser elegida reina del Carnaval a la vez que incursiona en el teatro experimental.En marzo de 2009 le es otorgado al grado de doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Nayarit a lo que Emilia agradece diciendo “Amigos que hoy me acompañan, me siento verdaderamente agradecida, lágrimas en mis ojos, muchas canas en mi cabeza y poca memoria, pero cómo los quiero, y gracias al rector por todos estos honores y esta alegría que me han concedido, muchas, muchas gracias amigos míos”.