Durante gran parte de su historia, Bolivia ha sido un país expulsor de emigrantes, principalmente hacia países vecinos, destacándose Argentina,[1] Brasil y Chile, seguidos de España y Estados Unidos.
Aquellos que emigran lo hacen en busca de una mejor calidad de vida, trabajo, o por razones de estudios.
Para 2020 había un total de 927,200 bolivianos viviendo fuera del país (aumentando un 35.2% desde 2010), lo cual representa el 7.4% de la población nacida en Bolivia.
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