[1] Las personas que tienen emetofobia apenas vomitan o no lo hacen a lo largo de sus vidas.
Hay casos de emetofobia presente en la infancia y la adolescencia, así como en la edad adulta.
[3] Hay un fuerte acuerdo en la comunidad científica de que no existe una causa específica para tener emetofobia.
Algunos emetofóbicos reportan una experiencia traumática con vómitos, casi siempre en la infancia, aunque muchos no lo hacen.
Sin embargo, el miedo vuelve a aparecer si la víctima teme que vomitará de nuevo.
Sin embargo, en algunos casos puede causar en una retraumatización, y la fobia puede llegar a ser más intensa como resultado.
Por lo tanto, pueden restringir sus actividades sociales para que eviten cualquier situación con alcohol o salir a cenar en los restaurantes.
Hay algunos casos en los que la anorexia es el resultado del miedo a vomitar en vez de los problemas psicológicos típicos.
Si sienten que la comida les cayó pesado, toman infusiones digestivas para acelerar el proceso de la digestión y poder ir a dormir ligeros.