Elyesa Bazna

Nacido en Pristina, Kosovo, en una familia albanesa, cuando esa región formaba parte del Imperio otomano, Bazna se trasladó posteriormente con su familia a Ankara, donde se desempeñó como chofer de las embajadas de Yugoslavia, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Movido por la ambición, ofreció a la embajada alemana convertirse en su informador, ya que había logrado copiar una llave del embajador Knatchbull-Hugessen que abría una caja de seguridad donde se guardaban los papeles más secretos.

Elyesa Bazna recibió en pago por sus servicios unas 300.000 libras esterlinas, que eran en su gran mayoría falsas.

Entonces, el exespía se trasladó a Alemania Occidental y en 1954 pidió al canciller Adenauer una indemnización por los servicios prestados a su país durante el conflicto, cosa que no logró.

Luego, con ayuda de un conocido abogado, demandó al gobierno federal pretendiendo ser resarcido por los daños causados por la «estafa urdida contra él por los servicios secretos del Tercer Reich», pero tampoco tuvo éxito.