Ellen no contaba con mucho tiempo para acudir a la escuela, porque tenía que apoyar los negocios de sus padres.
Hasta que Ellen cumplió recién 25 años contó con el dinero suficiente, 300 pesos, para poder inscribirse en el prestigioso Vassar College, una de las pocas instituciones de aquellos tiempos que aceptaban a mujeres.
El laboratorio de mujeres abrió sus puertas en 1876, con el profesor John M. Ordway como encargado, Richards era la asistente.
Por lo tanto Ellen Richards logró a través de su labor que las mujeres puedan estudiar las ciencias naturales en el MIT.
Esto llevó a que en 1890 se estableciera un programa de Sanitary engineering (Ingeniería Sanitaria) en el MIT.