Ella era como un crisantemo salvaje

El contacto entre los dos es cada vez más inhibido, y después de que Masao es enviado a una escuela superior en otra ciudad, Tamiko es presionada para contraer un matrimonio no deseado.

Tamiko primero se resiste, pero cuando la madre de Masao declara que bajo ninguna circunstancia le permitirá casarse con su hijo, finalmente cede.

Unos meses más tarde, Masao recibe un telegrama de su madre, pidiéndole que regrese a casa rápidamente.

La familia, afligida por la pérdida, le dice a Masao que Tamiko, al morir, tenía una carta suya en la mano, presionada contra su corazón.

[4]​[5]​ Según Alexander Jacoby, esta máscara le da a la película «un tono apropiadamente nostálgico».