En el ínterin las jóvenes son ayudadas por el periodista Juan David, quien las lleva a su casa.
Comienzan una búsqueda frenética hasta que localizan a Graciela, la verdadera madre de Elizabeth.
Graciela se ve obligada a buscar al padre de su hija, un hampón miserable que solo por dinero acepta donar su médula.
Lourdes convence a su madre que acepte su matrimonio con el padre de su hijo.
Elizabeth, aparentemente curada, se casa con Juan David, pero un embarazo vuelve a poner en peligro su vida.