Ella completó los proyectos inconclusos de Alvar Aalto y defendió sus trabajos terminados contra alteraciones injustificadas.
Ese mismo año Aino Marsio, la primera esposa de Alvar Aalto, falleció.
Elissa lo acompañó en sus viajes alrededor del mundo y compartieron el gran flujo de trabajo.
[3] Louis Carré encargó a Alvar Aalto el diseño de su propia casa en Bazoches-sur-Guyonne en 1955.
Al año siguiente Elissa y Alvar viajaron a Francia para conocer el sitio.
Elissa participó activamente en las etapas de diseño y estuvo a cargo del proyecto.
Ella hablaba francés y viajó seguido a la obra durante la etapa de construcción, hasta su finalización en 1959.
La obra está declarada hoy patrimonio histórico del Ministerio Francés de Cultura.
Sin embargo, debido a problemas financieros, la construcción comenzó recién en 1966 y se terminó en 1972.