Electrificación de la economía

Se prevé que, también en 2050, la electricidad cubra el 75 % de la demanda energética total.

[3]​[4]​ Para alcanzar los objetivos marcados por la UE para 2030, es necesario que la industria eléctrica aumente en un 62 % su capacidad de generación respecto a niveles de 2021, con un mix dominado principalmente mediante energía solar y eólica.

Según datos del MITECO, el sector con mayor nivel de emisiones en 2020 en España fue el transporte con un 27 % del total,[6]​ generándose un tercio de ellas en aglomeraciones urbanas.

En la medida en que en ese mix eléctrico se aumente el peso de renovables, las emisiones derivadas de la generación para el funcionamiento del vehículo eléctrico se irán reduciendo aún más.

[11]​ La electrificación del transporte marítimo no solo afecta a los buques, sino también a las instalaciones portuarias, con el objetivo de reducir al mínimo las emisiones a través de sistemas como los OPS (Onshore Power Supply), que permiten conectar los buques a la red eléctrica terrestre con el fin de que sus motores puedan mantenerse apagados durante su estancia en puerto;[12]​ o estaciones de carga específicas para barcos propulsado por motores eléctricos.

Según el informe ambiental de la aviación europea, las emisiones de CO2 de los aviones que despegaron desde Europa aumentaron un 34 % entre 2005 y 2019, hasta llegar a las 147 toneladas, y esa tendencia al alza podría seguir aumentando hasta un 28 % en 2050 si no se toman las medidas adecuadas.

Ya se han desarrollado prototipos alimentados por motores eléctricos que tienen previsto realizar sus vuelos inaugurales en los próximos años.

[14]​[15]​ La electrificación de la aviación, hoy en día, presenta todo un reto debido al elevado peso y volumen de las baterías necesarias para alimentar los motores.

Aproximadamente la mitad del CO2 emitido a la atmósfera está relacionado con la construcción, uso y demolición de edificios.