El Electorado de Baden fue un Estado del Sacro Imperio Romano Germánico entre 1803 y 1806, con Carlos Federico como Príncipe-Elector.
Napoleón otorgó el rango de Príncipe-elector en 1803, pero este solo permaneció efectivo hasta que Francisco II disolvió el Imperio en 1806.
Al tiempo de la disolución, el territorio alcanzó soberanía, con Carlos Federico como Gran Duque.
Carlos Federico se esforzó por adquirir los tramos intermedios de tierra, para dar así continuidad territorial a su país.
Con la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos Federico declaró su soberanía creando así el Gran Ducado de Baden, recibiendo otras incorporaciones territoriales también.