Elecciones provinciales de Río Negro de 2015

Fueron las novenas elecciones provinciales desde la restauración de la democracia en Argentina en 1983, así como los decimoterceros comicios rionegrinos desde la provincialización del territorio en 1958.

El Frente para la Victoria se encolumnó tras la candidatura del justicialista Miguel Ángel Pichetto.

Magdalena Odarda, de la Coalición Cívica ARI, se presentó por el Frente Progresista por la Igualdad y la República.

Pichetto se ubicó segundo con el 33,94%, una gran pérdida del electorado peronista mostrado en 2011.

Aunque obtuvo una cantidad notable de votos pese a no contar con un binomio gubernativo propio, el PRO fracasó en obtener escaños.

La misma establecía los siguientes cargos y procedimientos de elección: La organización de las candidaturas estuvo signada por la disputa interna dentro del Frente para la Victoria, compuesto por el Partido Justicialista, el Frente Grande y otras organizaciones.

Hasta entonces, la dirigencia justicialista mantenía un acuerdo tácito con Weretilneck (que constitucionalmente tenía derecho a presentarse a la reelección para un segundo mandato consecutivo) para no discutir la candidatura del Frente para la Victoria sino hasta «febrero o marzo» de 2015, el año en que se realizarían las elecciones.

El radicalismo había conservado la gobernación durante veintiocho años mediante su estrategia de «provincialización», que había separado en gran medida la seccional provincial de los lineamientos del Comité Nacional Radical.

[15]​ La inminente configuración de la alianza Cambiemos entre la UCR, la Coalición Cívica ARI y la Propuesta Republicana (PRO) de Mauricio Macri exacerbó esta lucha en la provincia, donde existían fuertes desacuerdos entre la UCR y el ARI encabezado por Magdalena Odarda.

Su candidato sería precisamente el exgobernador que había sido reelegido en dicho año, Horacio Massaccesi, con Natalia Herminda como compañera de fórmula, la primera vez que una mujer integraría el binomio del radicalismo.

De Rege declaró que respaldaba la decisión por «respeto a la estrategia nacional» del macrismo.

[14]​ El escenario municipal, que se realizó con varios desfases, fue mucho más mixto que las elecciones para cargos provinciales y si bien permitieron a la alianza Juntos Somos Río Negro irrumpir con contundencia en el escenario político, a nivel local se mantuvo una preponderancia del bipartidismo tradicional.