Estos comicios marcaron diversos hitos y constituyeron la crisis final del Primer Sistema de Partidos, imperante desde 1796.
A la vez, sin embargo, los demócratas-republicanos se enfrentaron entre sí, lo que provocó que hubiera hasta cuatro fórmulas presidenciales por el mismo partido, las tres con relativas posibilidades de éxito: Andrew Jackson, John Quincy Adams, Henry Clay y William H. Crawford.
Aunque había considerado presentarse como candidato presidencial, John C. Calhoun optó por postularse a la vicepresidencia.
Fue además la primera elección en la que se registró el voto popular nacional y estatal, aunque por entonces solo dieciocho de los veinticuatro estados elegían a los electores por algún método que incluyera el voto popular, siendo que los otros seis estados (Delaware, Georgia, Luisiana, Nueva York, Carolina del Sur, y Vermont) designaban su representación por medio de la legislatura estatal.
En segundo puesto en ambas instancias se ubicó John Quincy Adams con el 30.92% de los votos y 84 electores.
Por último, William H. Crawford obtuvo el 11.21% de los votos, pero superó a Clay por 4 electores con 41, ubicándose tercero en esta instancia.
Constituyó, hasta la actualidad, la única ocasión en la que ninguno de los candidatos presidenciales obtuvo una mayoría del voto electoral.
[4] Ante el fragmentado Colegio Electoral, la elección tuvo que ser llevada a la Cámara de Representantes, realizándose la única "elección contingente" que ha tenido lugar desde la aprobación de la Duodécima Enmienda a la Constitución.
Habiendo quedado en cuarto puesto, Clay fue eliminado de la elección contingente, en la que cada estado emitía un solo voto, y decidió dar su apoyo a Adams, con quien compartía opiniones en muchos temas principales.
Gallatin no había buscado la nominación y pronto se retiró a petición de Crawford.
A continuación se puede encontrar un clip de sonido con "Hunters of Kentucky", una canción escrita por Samuel Woodsworth en 1815 bajo el título "La desafortunada señorita Bailey".
Contrafactas como esta, que promovió a Andrew Jackson como héroe nacional, han sido una larga tradición en las elecciones presidenciales.
Las caricaturas políticas y los escritos partidistas circulaban mejor entre el público votante a través de los periódicos.
Jackson tuvo geográficamente el apoyo más amplio, aunque hubo grandes concentraciones de votos en su estado natal de Tennessee y en Pensilvania y en áreas pobladas donde incluso se creía que obtendría malos resultados.
La política desempeñó un papel reducido en las elecciones, aunque las posiciones sobre aranceles y mejoras internas crearon desacuerdos significativos.
Había sufrido un derrame cerebral a fines de 1823 que lo dejó temporalmente incapacitado.
El mapa electoral confirmó el apoyo seccional de los candidatos, con Adams ganando en Nueva Inglaterra, Jackson con un amplio atractivo electoral, Clay atrayendo votos del oeste y Crawford atrayendo votos del sureste.
Los jacksonianos, que poco después fundaron el actualmente existente Partido Demócrata, continuarían haciendo campaña por este reclamo durante los siguientes cuatro años, facilitando la elección de Jackson como presidente tras vencer a Adams en 1828.