Las elecciones parlamentarias de Islandia de 2013 se celebraron el 27 de abril de ese mismo año,[1] pasados unos años de la grave crisis financiera del país y las protestas por la misma.
Concurrieron a las elecciones quince partidos políticos, una cifra muy superior a la de las anteriores elecciones de 2009.
[2][3] Las elecciones dieron el triunfo a los dos partidos de la oposición de centro-derecha, Partido de la Independencia y Partido Progresista,[4] que permitiría la formación de un gobierno de coalición.
Por su parte, la Alianza Socialdemócrata de la primera ministra Jóhanna Sigurðardóttir y el Movimiento de Izquierda-Verde, que gobernaban el país desde 2009 en coalición, perdieron más de la mitad del apoyo electoral que habían obtenido cuatro años antes.
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