Elecciones parlamentarias de Cuba de 2003

El voto es un respaldo a los candidatos preseleccionados, más que una elección entre sus rivales.

El gobierno afirma que la elección representa una muestra de apoyo popular, pero sus críticos han atribuido el resultado en lugar de miedo o apatía por parte de aquellos que no apoyan al gobierno.

Sospechan que el resultado puede reflejar la ingeniería electoral (en los distritos electorales que se sabe que tienen una alta proporción de votantes que están más dispuestos a expresar su descontento mediante el registro de votos en blanco o nulos, los candidatos que se ofrecen suelen ser figuras locales muy respetadas que no están asociadas estrechamente con el gobierno), la falta de supervisión independiente en el escrutinio o el bombardeo de propaganda.

[1]​ En el período previo a las elecciones, el presidente de los Estados Unidos George W. Bush describió el proceso como "un fraude y un engaño", y agregó: "Si el gobierno de Cuba toma todas las medidas necesarias para garantizar que las elecciones de 2003 son certificadamente libres y justas, y si Cuba también comienza a adoptar reformas significativas basadas en el mercado, entonces, y sólo entonces, voy a trabajar con el Congreso de los Estados Unidos para aliviar la prohibición del comercio y los viajes".

[2]​ De acuerdo con el sistema electoral cubano, se postuló a un único candidato para cada cargo que resultó efectivamente electo si obtuvo el 50% de los votos a favor.