La lista socialista se erigió como la fuerza más votada en la mayoría de barrios, demostrando especial fortaleza en los distritos de Benicalap, Rascanya, Camins al Grau y Poblados del Oeste.
Por su parte, la recientemente creada Coalición Popular[nota 2](formada por Alianza Popular, Unión Valenciana, el Partido Demócrata Popular y la Unión Liberal) obtuvo un nivel de respaldo especialmente significativo en los barrios céntricos de renta más alta, lo cual se manifiesta en el hecho de que obtuviese mayorías muy holgadas en los distritos de Ciutat Vella, L'Eixample, El Pla del Real y Extramurs, si bien también consiguió imponerse en varias pedanías situadas en los Poblats del Nord (concretamente, en Mauella, Tauladella, Rafalell i Vistabella, Massarrojos y Borbotó, siendo además la ventaja del PSOE sobre esta coalición de centroderecha de apenas medio punto porcentual –3 votos– en la pedanía igualmente norteña de Benifaraig).
Pese a ello, la lista comunista sufrió una pérdida de alrededor del 50% de los sufragios que obtuvo en las anteriores elecciones, si bien obteniendo más de 8000 que los cosechados en las elecciones generales del año anterior, en que la candidatura comunista logró tan solo 20014 votos (que, al equivaler al 4.6% de los votos válidos, habría supuesto la falta de representación municipal al no superar la barrera electoral legal).
La coalición Unitat del Poble Valencià (UPV), conformada por el Partit Nacionalista del País Valencià (PNPV) y el Agrupament d'Esquerra del País Valencià (AEPV), cuya lista encabezaba el independiente, arquitecto y activista vecinal Just Ramírez Palomar, tampoco conseguiría ningún representante en el consistorio.
Registraron sus mejores resultados en Camí de Vera, Carpesa, Benifaraig y El Saler.