El documento firmado se llamó Manifiesto de los Partidos Políticos al Pueblo Hondureño.
[6] En el Partido Liberal el candidato favorito para ganar según las encuestas fue Manuel Zelaya, precandidato presidencial en las elecciones internas del 2000 y antiguo ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social.
Miguel Pastor contó con el apoyo del magnate hondureño Rafael Ferrari, quien era suegro de su hermano gemelo Sebastián Pastor y dueño de las importantes empresas Corporación Televicentro y Emisoras Unidas, lo cual ayudó a Miguel a mantener un perfil alto entre los medios de comunicación.
[9] En el cierre de campaña ambos candidatos firmaron un pacto para superar los ataques hechos.
Al día siguiente más de 3,000 nacionalistas protestaron en las calles contra el TSE,[17] mientras que los magistrados de este ente hicieron una conferencia de prensa en la que llamaron a evitar tensiones por el retraso en los resultados y aseguraron que no existían irregularidades en el proceso.
[15] El Presidente hondureño Ricardo Maduro se reunió con ambos candidatos para pedirles que esperaran los resultados con calma,[18] y también pidió la contribución de la OEA.
[15] Al día siguiente, la OEA anunció que no se retiraría del país hasta solventar la «crisis».
El candidato nacionalista Porfirio Lobo, por su parte, se mantuvo a la espera de resultados válidos.
[18] El 7 de diciembre, con más del 88.6% de las actas contadas, Lobo Sosa reconoció su derrota frente a Zelaya, lo felicitó y dijo que el PNH haría una «oposición constructiva».
Para los observadores electorales esas fueron las peores elecciones desde el retorno a la democracia en 1982.
[20] El partido Liberal ganó en catorce de los dieciocho departamentos de Honduras, mientras que el Partido Nacional ganó en los departamentos más poblados: Francisco Morazán, Choluteca, Intibucá y Lempira.