Joseph Lyons, líder del recién creado Partido Unido de Australia ganó un gobierno mayoritario, derrotando al Partido Laborista Australiano, dirigido por el Primer Ministro James Scullin.
La mala imagen del partido provocó una crisis en la formación, que desembocó en una escisión de cinco diputados laboristas, dirigidos por Jack Lang, que formaron un nuevo Partido Laborista en torno a la figura de su líder.
Los malos resultados agravaron la crisis en el laborismo, que permanecería 10 años en la oposición.
Los enfrentamientos entre las dos facciones del laborismo, beneficiaron una amplia victoria de las fuerzas conservadoras.
[2] Además, también lograron otra cómoda mayoría en el Senado Australiano, ocupando 26 de los 36 asientos.