La obra comienza con Hortigosa halagando a Lorenza porque tiene riquezas y le dice que es afortunada.
Hortigosa usa como pretexto venderle un guadamecí porque necesita dinero para sacar a su hijo de la cárcel.
Detrás del guadamecí está escondido el joven que le trajo a Lorenza, y cuando ella se va, el joven entra a un cuarto de la casa.
Cuando Cañizares quiere abrir la puerta donde está su esposa con el joven, Lorenza sale del cuarto y le tira una bacía de agua en los ojos.
Mientras Cañizares no puede ver nada debido al agua, el joven sale del cuarto y se va.
Cañizares le dice al Alguacil que son solo problemas de matrimonio, después le dice a Hortigosa que todo es culpa de ella.
Cañizares se disculpa aunque dice que odia a las vecinas.
Cristina: la criada de Lorenza y actúa como su cómplice en el entremés.
Hortigosa: es la vecina de Lorenza que hace posible la entrada del joven.
Galán: un joven que fue traído por Hortigosa, y con quien Lorenza comete adulterio.
Alguacil: toca a la puerta de Cañizares y Lorenza al final del entremés.
Compadre : la persona a quien le cuenta sus penas el viejo celoso.
Canavaggio menciona es su artículo, “Del celoso extremeño al viejo celoso”, como se usa el folklore como desarrollo básico de la acción en este entremés cervantino, y que este tipo de desarrollo ya era usado en la antigüedad y quizás sea de origen oriental.
Lorenza claramente no está preocupada por la honra de su marido ya que no le fue fiel, “…la misma protagonista burla a su marido, facilitando la salida del galán tras haber cometido el adulterio, y arremetiendo, no a los ojos, sino a la honra de su marido (Canavaggio 596).
Podemos ver que el viejo Cañizares desconfía de su esposa y por esto mismo la mantiene encerrada en la casa.
Lorenza quiere a alguien joven que la haga feliz porque a pesar de que ella tiene exceso de joyas y hermosos vestidos, ella no es feliz.
El dinero no le trae placer porque vive como una prisionera con un hombre viejo.
Lorenza busca placer sexual y desde el comienzo del entremés esto es notable.
Canavaggio comenta en su artículo acerca del placer que Lorenza buscaba y que pudo obtener del joven, el escribe, “…comentando sus aptitudes amorosas [del joven], que a diferencia de las de su marido…por fin [Lorenza], proclamando su descubrimiento del placer físico, un placer que, por culpa de la impotencia del vejete, le era hasta entonces desconocido: tras confesar que le tiemblan las carnes ‘por amor de la vecina’, exclama: ‘ahora echo de ver quién eres, viejo maldito, que hasta aquí he vivido engañada contigo’” (Canavaggio 596).
Incluso cuando su compadre quiere conocer a la joven Lorenza, Cañizares le responde, “… los antiguos latinos usaban un refrán que decía… ‘El amigo hasta el altar”… y yo digo que mi amigo… hasta la puerta…” A lo cual su amigo, cuando Cañizares se va, dice, “En mi vida he visto hombre más recatado, ni más celoso, ni más impertinente; pero este es de aquellos que traen la soga arrastrando, y de los que siempre vienen a morir de mal que temen.” Aquí Cervantes nos dio una pista de lo que había de ocurrir después en la obra.
Este entremés no es la única obra de Cervantes que usa como base los celos.
En una de sus novelas ejemplares titulada El celoso extremeño, los celos también son un tema importante.
Hortigosa tiene un papel importante en este entremés porque ella es la mediadora del adulterio de Lorenza con el joven.
Esta imagen muestra al viejo celoso de Cañizares afuera de la puerta del cuarto donde su joven esposa, Lorenza, y el galán, cometen adulterio.
"Ecfrasis discursiva y metateatro: rodamonte en el “Entremés del viejo celoso”.
Rotunda, D. P. “More Light on an Old Motif in the Works of Cervantes”.