Freud señaló más tarde que "la inyección de Irma" fue el primer sueño al que dedicó un meticuloso nivel de interpretación.
Aunque pasó mucho tiempo analizándolo, confesó que su interpretación tenía lagunas y no desvelaba por completo el significado de su sueño.
En un momento propuso una solución de tratamiento particular que Irma no estaba dispuesta a aceptar.
Freud fue informado de que Irma estaba “mejor, pero no del todo bien”.
[3] Esa noche, Freud soñó el sueño que ahora se conoce como "La inyección de Irma".