El silencio de la ciudad blanca

Para la redacción de esta novela, ingresó en una academia de policía para ambientarse y conocer tanto la labor policial como la psicología criminal.

Hace veinte años, unos trágicos crímenes rituales provocaron el pánico entre la ciudad y la provincia hasta que un famoso arqueólogo fue acusado y condenado a prisión.

Pero cuando está a punto de salir, los crímenes vuelven a reanudarse con el mismo modus operandi: las víctimas aparecen expuestas en número par con unas flores conocidas como eguzkilores (carlina en español) en lugares históricos de la ciudad.

Todas las víctimas tienen una edad múltiplo de 5 y apellidos compuestos alaveses.

Unai López de Ayala, un joven experto en perfiles criminales, es el encargado de dar caza al asesino mientras hace frente a una tragedia personal que tuvo en el pasado.