El pecado de Oyuki es una historieta romántica mexicana escrita por Yolanda Vargas Dulché.
La trama guarda cierta semejanza con el cuento Madama Butterfly, de John Luther Long (1898), adaptado por Giacomo Puccini como ópera en 1904.
La historia gozó de tal popularidad que el cineasta mexicano Agustín P. Delgado planeó llevarla al cine.
Tiene un hermano mayor llamado Yutaka, un hombre vicioso y vano que solo ha causado grandes pesares a la familia.
Cuando Irving conoce a Oyuki en el Ryotei, queda prendado de su belleza y le ofrece realizarle un retrato.
Por otro lado, Lady Elizabeth al enterarse del romance, se opone totalmente a aceptarlo.
Cuando Yutaka se entera del desprecio de su hermana a Fushoko, arremete contra Oyuki.
Lady Elizabeth enfurece cuando su hijo le cuenta su decisión, por lo que Irving se ve forzado a abandonar la casa de sus padres y valerse por sí mismo.
Sin embargo, Oyuki se enfrenta al rechazo de su gente, quién no ve con buenos ojos su matrimonio con un occidental.
Ante la difícil situación, Irving consigue empleo pero, Lady Elizabeth decide boicotear los proyectos y triunfos de su hijo.
Su misión es presionarlo económicamente para que Irving acuda en su ayuda y de esta forma tenerlo bajo su control.
La niña es idéntica a su padre, y prácticamente no hereda ningún rasgo oriental de su madre.
Por desgracia, apenas Irving parte a Europa, la salud de Yuriko se complica.
Oyuki decide entonces acercarse a Lady Elizabeth, quién no ha cesado en sus intrigas contra ella.
Por otra parte, Irving suspende un viaje para presentar su obra en Inglaterra y decide volver a Japón agobiado por no tener noticias de su familia.
Ellos aclaran los malentendidos y planean volver con su hija a París con el apoyo del Sr. Pointer.
Este aún ama a Oyuki y decide reunir todas sus fuerzas para comprobar su inocencia.
Fushoko se convertirá en la única persona que apoya a Oyuki en su largo calvario en prisión.
Yutaka ha sufrido un largo calvario no solo físico, sino también mental, aquejado por los remordimientos.
Lady Elizabeth se niega a aceptarlo, sufriendo un shock al descubrir el origen japonés de Takama.
Yuriko descubre que Oyuki es su madre, y al conocer su triste historia, desaparece cualquier sentimiento de rechazo.
Autora sui géneris, cuya obra se arraigó en el gusto del pueblo por cerca de cuatro décadas, y que ahora el público podrá recordar y disfrutar a través de la Exposición Yolanda Vargas Dulché.