El otoño de la Edad Media, subtitulado Estudios sobre la forma de la vida y del espíritu durante los siglos XIV y XV en Francia y los Países Bajos es una obra historiográfica del historiador neerlandés Johan Huizinga, publicada en 1919.
Esta obra, junto con Homo ludens, es la más conocida e influyente de Huizinga.
La intención de Huizinga era contrarrestar la tendencia a ver los últimos siglos medievales en lo que tenían de adelanto del Renacimiento, desatendiendo, en opinión del autor, sus rasgos profundamente medievales.
[3] Es decir, define y caracteriza el último período de la Edad Media no por cómo prepara lo que le sigue sino más bien por aquellos elementos que se extinguirán.
[4] En su libro La invención de la Edad Media, Jacques Heers, profesor de historia medieval de la Universidad de la Sorbona, ofrece una crítica al enfoque de Huizinga al señalar que dicho enfoque está «basado en la creencia en una decadencia o como mínimo en un serio desequilibrio; una sociedad caballeresca desorientada, un sentimiento religioso reducido a formas externas dramáticas» que Huizinga describe como «excesiva y decadente madurez de una sociedad que había perdido toda vitalidad y todo contacto con lo real».