El optimista racional
Ridley argumenta que este rasgo es la fuente de la prosperidad humana, y que a medida que las personas se especializan cada vez más en sus conjuntos de habilidades, la humanidad aumentará el intercambio y habrá aún más prosperidad.[1] Bill Gates elogió el libro por criticar la oposición a la ayuda internacional, pero al mismo tiempo criticó al libro por una escasa representación de los riesgos catastróficos globales.[3] Michael Shermer, que dio reseñas positivas al libro en Nature[4] y Scientific American,[5] luego presentó ideas similares en conferencias, escribiendo El arca moral como una respuesta parcial.Por último, David Papineau mostró satisfacción con el libro por rechazar a aquellos "fatalistas que insisten que todo están yendo de mal en peor.[7] Los críticos del libro indican que este no atiende a la desigualdad de riquezas y otras críticas a la globalización.