El nuevo imperialismo (título original en inglés: The new imperialism) es una obra del geógrafo británico David Harvey,[nota 1] publicada originalmente en 2003 por Oxford University Press[1][2][3] y en 2004 en castellano por Ediciones Akal.
El Estado interviene y reclama su papel protagónico en la acumulación de capital, ya que es a través del Estado como entidad política que se pueden orquestar los arreglos institucionales y manipular las fuerzas de la acumulación de capital para preservar el patrón más ventajoso de las asimetrías en el intercambio para los intereses del capitalista dominante.
[7] El subconsumo es la falta general de suficiente demanda efectiva para absorber el crecimiento del producto que genera el capitalismo, esto ocurre porque los trabajadores reciben mucho menos valor para gastar del que producen, y los capitalistas están al menos obligados a reinvertir en vez de consumir, para estabilizar el sistema es necesario comerciar con formaciones sociales no capitalistas , si estas asociaciones o territorios son rehacías a comerciar deben ser forzadas a través de las armas, esto es el corazón del imperialismo.
Es importante recalcar el papel del Estado ya que con el monopolio de la violencia y las definiciones da la legalidad, juegan un papel importante en respaldar y promover la acumulación por desposesión.
[10] China está absorbiendo los flujos de capital debido a su alta tasa de crecimiento y a su desarrollo de infraestructura, lo que traerá problemas para Estados Unidos y lo obligará a hacer ajustes estructurales que lo conducirán a la austeridad, para resolver esto Harvey habla de un nuevo trato con alcance global liderado por Estados Unidos y la Unión Europea.