El misterio del cuarto amarillo

[3]​ En esta novela hace su aparición el joven reportero Joseph Rouletabille, quien actúa como un detective aficionado.

Pocos segundos después, se escucharon los alarmantes gritos de Mathilde, y dos disparos en el cuarto.

Padre y criado intentan abrir la puerta del dormitorio, pero no pueden, de manera que empiezan a forzarla.

Al principio ni Larsan, ni Darzac quieren permitir que Rouletabille ingrese al castillo, pero el segundo cambia de opinión después de que el joven periodista le dijera una enigmática frase.

Mathilde, malherida, se recupera, pero no aporta datos que puedan identificar a su agresor.

Su comportamiento, durante la investigación del caso, es desconcertante, circunstancia que se refuerza porque el narrador también aparece perplejo.

o ¿Puedo ver su bastón, Larsan?, desconciertan al pero se revelarán como importantes a medida que avance la trama.

Conforme van pasando los días, Mathilde se recupera, pero es renuente a hablar de los hechos, como si ocultara algo.

Días después, en ausencia de Darzac, Mathilde es atacada por segunda vez; ahora en su habitación en una galería del castillo.

Se comprueba que otros papeles científicos han desaparecido del laboratorio ubicado en el pabellón.

Pasado un cuarto intermedio, Rouletabille explica el mecanismo del crimen; el atentado ocurrió horas antes y que Mathilde, por motivos que no puede revelar, no quiso informar del mismo a su padre, esperando a la noche para borrar los rastros.

Al saber que su esposo, cuyo nombre ya conocía, había muerto Mathilde se comprometió con Darzac.