En la iglesia latina, los obispos y hasta algunos dirigentes suelen celebrar el lavatorio lavando los pies de doce pobres el día de Jueves Santo y sirviéndoles la mesa.Antiguamente los reyes de Inglaterra ejecutaban la misma ceremonia, pero posteriormente se sustituyó con una limosna que daban a otros tantos pobres como años tienen aquellos.Cuando los tres ángeles llegaron a casa de Abraham, este patriarca les hizo lavar los pies.En la iglesia primitiva, era costumbre lavar los pies a otros cristianos como acción de humildad y servicio por las viudas según 1 Tim.San Agustín lo relacionó ceremonialmente con el bautismo pascual y su asociación con el Jueves Santo fue establecida por el Concilio de Toledo en el 694.