Iniciado en la tradición gótica, denotó la influencia de la escuela del Danubio, marcada por el grafismo enérgico y el fuerte cromatismo.
Entre los autores clásicos que trataron este tema se encuentran Homero (Ilíada) y Ovidio (Las metamorfosis).
Las figuras muestran reminiscencias de la belleza ideal gótica, con pechos pequeños y vientre prominente.
Entre las ramas del árbol de la derecha aparece Cupido, como un pequeño niño alado con los ojos cubiertos por una venda, sujetando un arco y una flecha.
[4] Entre las ramas del árbol aparecen dos blasones, uno con un cisne azul y otro con un pozo rectangular blanco, que identifican al que probablemente sería el comitente del cuadro, Bendicht Brunner, un rico prohombre de Berna, y su esposa Margareta van Schwwanden.