Al conocer la existencia del general Victoria, el general realista Antonio López de Santa Anna se da a la tarea de ir a buscarle para darle las noticias acerca de los sucesos de Iguala, y lo cercana que se hallaba la victoria final contra lo que quedaba del Virreinato; para luego invitarle a unirse a Iturbide.
Al igual que Guerrero, Guadalupe Victoria también tenía sus reservas acerca del repentino cambio de bando de Iturbide; sin embargo, accede a la propuesta de Santa Anna.
Tres años después de la consumación (1824), se observan a Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Nicolás Bravo charlando juntos en algún lugar de la Ciudad de México acerca de los últimos sucesos.
El efímero imperio de Iturbide fue derrocado y su líder fue condenado al exilio.
Con ello, finalmente los "herederos de Morelos" logran llevar a cabo su plan original para el país: la conformación de una república mexicana.