Tolkien, en principio, no pretendía acabar El Señor de los Anillos como lo conocemos, pues el texto continuaba con un nuevo capítulo conocido como «Epílogo», del que hizo dos versiones.
Tolkien mantenía la idea de acabar el libro con un epílogo, en el que Samsagaz Gamyi intenta responder a las preguntas de sus hijos después de que Bilbo y Frodo embarcaran en los Puertos Grises.
Tolkien, según nos cuenta su hijo, fue convencido por su editor y otros críticos para que omitiera el epílogo y concluyese, tal como lo conocemos, El Señor de los Anillos.
En una carta a Naomi Mitchinson del 25 de abril de 1954 escribió: libro se encuentran en el principio del Vol.
Parece que al mismo tiempo aceptó y lamentó esa decisión.