Está protagonizada por Marta Ruel, Enrique del Campo, Carlos Villatoro, Paco Martínez, José Ignacio Rocha, y Victorio Blanco.
Cuando murió, el monje no pudo encontrar la paz en la muerte y regresó como espíritu a su celda maldita.
El cadáver momificado del monje pecaminoso hace un gesto hacia un libro lleno de sangre y cuando el cadáver de Eduardo también se le aparece, Alfonso se pone a delirar.
Pezet había desarrollado recientemente una fascinación por las momias disecadas que se exhiben en el Museo del Carmen de México.
Decidido a usarlas para una película, Pezet, junto con el director Fuentes y Juan Bustillo Oro, desarrollaron un guion que mostraba a tres jóvenes adultos que se ven obligados a pasar la noche en un monasterio solo para descubrir que sus anfitriones eran miembros de los muertos vivientes.