El corsario

Il Corsaro fue escrita para el editor que perdió esa batalla — al menos a los ojos del compositor — y Verdi puede haber estado ansioso de concluirla.

Corrado, que se ha hecho corsario por la mala relación que mantiene con sus semejantes, se siente encadenado a un destino sombrío y le está vedado el regreso a una vida feliz y respetable.

En sus aposentos, Medora se reúne con su amante Corrado a quien desearía retener pues ha tenido funestos presentimientos.

Mientras se prepara la defensa, Corrado se presenta ante Seid disfrazado de derviche, distrayendo así la atención de los musulmanes, momento que los compañeros corsarios aprovechan para quemar sus naves y asaltar el serrallo.

Gulnara queda impresionada por el aspecto y el arrojo del jefe de los corsarios e intercede por su vida.

Corrado rechaza tan infame propuesta y es Gulnara la que mata a Seid, huyendo luego juntos.