El congreso (película)

Veinte años más tarde, la actriz vuelve a escena como invitada al Congreso de futurología; un gran acontecimiento en que se muestra una nueva tecnología de Miramount que permite a las personas transformarse en avatares animados.

Ella expresa públicamente sus puntos de vista y con ello enfurece a los anfitriones presentes en el Congreso.

Instantes después el evento es saboteado por rebeldes ideológicamente opuestos a la tecnología, y tras una potente alucinación, Robin imagina que es ejecutada.

Así, como el protagonista de la novela, Ijon Tichy, Robin Wright está dividida entre la locura y la realidad.

[6]​ Ese mismo año, el director filmó en los Estados Unidos entre los meses de febrero y marzo.

La principal similitud entre ambas obras se centra en los estados mentales delirantes y reales entre los que la protagonista deambula a lo largo de toda la historia.

Robin Wright interpreta a una versión de sí misma.