[1] El ciego cantor domina la escena, que lleva por las ciudades mensajes dramáticos y truculentos.
El pintor incluyó, además, personajes desacostumbrados, como el negro que encarna la popular figura y fue fallado
La composición central podría aludir a la prostitución, en donde dos majas alegremente vestidas coquetean con un caballero.
El color y la luz llama más la atención que los personajes, las tonalidades terrosas recuerdan a un joven Diego Velázquez.
La luz impacta sobre todo en las mujeres y el hombre, consiguiendo reflejos metálicos en los cacharreros de agua que carga el negro.