El analfabeto

En esta película participan actores infantiles, que algunos serían parte del elenco en El profe (1971).

En este momento conoce a Blanca Morales (Lilia Prado), una atractiva joven recién llegada a la ciudad, y le muestra un papel donde está escrita la dirección de su nuevo empleo, al cual Inocencio prefiere acompañarla personalmente.

Don Fermín (Miguel Manzano), con rencor hacia él se da cuenta de su carta en el suelo y manda a Inocencio a la tienda para poder recogerla y se asombra de su contenido guardándola para sí.

Para hacer aún mejor el plan y poder reclamar sin problemas la herencia, Aníbal y Fermín conspiran para hacer creer que Blanca (quien ha sido ofendida por Aníbal varias veces) ha robado las joyas de la Señora Refugio González (María Teresa Rivas), la esposa de su patrón Don Rómulo para luego dárselas a Inocencio.

Sin embargo, Cantinflas no es el peladito astuto, aunque ignorante, de antaño; más bien, es un tonto cuasi retrasado como un niño que se engaña fácilmente.

[3]​ En Cantinflas and the Chaos of Mexican Modernity, Jeffrey M. Pilcher llegó a conclusiones similares, diciendo: «La falta de artificio y sofisticación siempre había sido parte de su sabio y tonto personaje [el de Cantinflas], pero en El analfabeto, ya no parecía sabio, simplemente un tonto», teorizando que Cantinflas «adoptó al inocente tonto» de su película anterior Pepe «como la nueva identidad de Cantinflas», y que en la película «el capitalista representaba a un guardián benevolente mientras que el antagonista era un compañero celoso que intentaba sabotear su éxito».

Sin embargo, Pilcher también declaró que «la película contó con el reparto más fuerte de Moreno en décadas», destacando a Ángel Garasa, Carlos Martínez Baena y Sara García.