Despoblada durante la Dominación Goda, esta villa resurge en la época de los Almohades, gracias a los cuales alcanza gran notoriedad y desarrollo, pudiéndose emancipar así del Califato de Córdoba en el año 1148.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 230 habitantes.
Por consiguiente y pese a su acertado simbolismo histórico, la rehabilitación de este escudo es totalmente necesaria.
Este hecho, adjudicado por la creencia popular a la intervención divina, quedó perpetuado en el blasón concejil.
[4] El Real de la Jara cuenta con una población media que ronda habitualmente los 1700 habitantes.
Además, el corcho y la miel, junto a otros recursos autóctonos, son productos muy rentables en esta zona.
Por lo demás, este pueblo cuenta también con una importante oferta de suelo industrial, contando con dos polígonos: «La Encina» y «La Espardilla».
Una vez allí, continuamos su curso por la izquierda de la rivera hasta llegar a la presa, de la que sale un camino que nos lleva directamente hasta el pueblo (debiendo abrir obligatoriamente una cancela y pasar a unos 900 m por la casa del Batrocal).
El camino que nos queda por recorrer es todo recto y finalizará en la calle Murillo.
Desde los primeros momentos de la ruta vemos a la izquierda el cortillo «Santa Maria Magdalena», o más conocido entre los habitantes del municipio como Los Aguados.
Construcción totalmente atípica en la zona, con una edificación en cuatro plantas, visible desde bastantes puntos del pueblo.
En el horizonte también se puede contemplar la localidad de Santa Olalla del Cala, con su castillo en la parte superior.
Tras andar unos 900 m en dirección sur por esta ruta, encontramos una bifurcación que da dos alternativas para continuar su recorrido: la izquierda conduce a la presa y la derecha al reculaje del pantano.
Desde aquí, caminamos 800 m y giramos nuevamente a la izquierda desde donde nos quedan tan sólo 500 m para llegar a la Ribera del Cala, límite con el término municipal de Santa Olalla del Cala (Huelva).
Al paso de este camino pedregoso, nos encontramos a la derecha del mismo y con el siguiente orden, un pozo cerrado con una tapa metálica, unas majadas y las ruinas de un pequeño puente fechado a mediados del siglo XX.
Aquí abrimos una cancela verde y descendemos otros 1300 m hasta llegar a un segundo cruce donde giramos hacia la izquierda.
Seguidamente, 1 km de ascenso y llegamos a otra cancela que se sitúa en el punto más alto del recorrido, desde la que se ve una impresionante vista del embalse de El Pintado.
Descendemos 1700 m y llegamos a una cancela electrificada desde la que se pueden ver las primeras vistas de la buitrera.
Desde aquí, continuamos por el carril para abrir una nueva cancela, situada en una curva con un vado de cemento.
Recorremos 500m más para llegar a la penúltima cancela, que da entrada al poblado de «La Santa», donde se aprecia la edificación de finales del siglo XIX, hoy totalmente en ruinas.
Las fiestas que contamos en nuestro municipio son las siguientes: En las navidades también ser realiza un Portal de Belén Viviente y el Cartero Real.