Se han recuperado las pinturas originales de los techos, así como las molduras y los artesonados, gracias a la intervención de maestros artesanos como el carpintero Ton Camarasa y el pintor Àngel Soldevila.
En la segunda planta, hay actualmente seis suites decoradas cada una de ellas con diferentes muebles antiguos; algunas tienen terraza que da al río y que constituye un mirador privilegiado, no solo del paso del río Segre atravesando la ciudad, sino también de la sierra del Montsec en la lejanía.
La construcción ha sufrido varias ampliaciones y reformas hasta llegar a su estado actual.
Cabe destacar que en el siglo XVIII se construyó la fachada neoclásica, transformando la casa interiormente y dándole la estructura actual.
[4] El edificio fue colegio hasta el curso 1964-1965 cuando se hizo el traslado a la actual Escuela Vedruna Balaguer.