Era un periódico clandestino de la sección española de la Primera Internacional.
Tenía ideas revolucionarias, y sus inspiradores fueron Tomás González Morago y Juan Serrano Oteiza.
Contaba también con las colaboraciones de Rafael Farga Pellicer, Anselmo Lorenzo y Nemesio Gili.
Su influencia era notable en el movimiento obrero y socialista.
El gobierno ofrecía recompensas a quienes delataran su imprenta.