El ídolo perdido (novela)

Siete años después, dos chicos son encontrados muertos en el Museo de Historia Natural de Nueva York, el teniente Vincent D'Agosta se encarga de la investigación y cierra el museo temiéndose que el asesino aún se encuentre oculto en los túneles que hay bajo el edificio, pero los responsables del museo, Winston Wright, Ian Cuthbert y Lavinia Rickman no están dispuestos a suspender la gran exposición que preparan y a la que asistirá la flor y nata de la ciudad.

Rickman contrata al reportero del New York Times Bill Smithback Jr.

Aún peor, las autopsias confirman que los cuerpos del museo y de Louisiana tenían arrancado el hipotálamo.

Al principio todo va bien, hasta que el cadáver de un policía cae entre los asistentes provocando el pánico; muy pronto la fiesta se convierte en una masacre.

El personaje del agente Pendergast fue suprimido y la ciudad de Nueva York fue cambiada por Chicago.