Con una inestable alianza con el Gobierno estonio y sin lograr el respaldo del finlandés por desavenencias políticas, Yudénich lanzó, sin embargo, una ofensiva que en un mes le llevó a las puertas de la antigua capital rusa.Incapaz de doblegar las defensas levantadas a toda prisa por los soviéticos, que enviaron al propio Trotski a coordinarlas, Yudénich hubo de retirarse nuevamente hacia Estonia.[1] Los alemanes aprobaron el plan, que debía permitirles trasladar parte de sus tropas al frente occidental y contar con un nuevo régimen afín en la antigua capital rusa.[4] Los alemanes habían prometido numeroso equipamiento para la nueva fuerza, pero, al no llegar éste por el armisticio alemán,[4] el Ejército se encontró en dificultades, mal provisto de armamento y abastos.[4] Al menos seis antiguos generales zaristas se disputaban el mando efectivo de las tropas, que recayó finalmente en Aleksandr Rodzianko, gran jinete, pero pobre estratega.[2] Su gobierno, la «Junta Política»,[4] poco más que una fachada para contentar a la Triple Entente, no se había formado para gobernar el país, sino para facilitar la conquista militar del mismo, pues carecía de un programa de reformas que pudiese ganarse el apoyo de la población.[9] Yudénich no tuvo otra opción que tratar de alcanzar Petrogrado desde el sur, una ruta mucho más larga.[8] A mediados de julio Yudénich contaba con unos veintiún mil hombres y setenta cañones, pero sus fuerzas tenían escasos pertrechos.[10] A pesar de tener que enfrentarse a las fuerzas ligeramente superiores del 7.º Ejército soviético en caso de atacar Petrogrado y de que tal avance podía ofrecer un débil flanco derecho al 11.er Ejército algo más al sur, los británicos apoyaron la idea del ataque contra la antigua capital y prometieron amplia cooperación de su Armada, que finalmente no se produjo.[13] El 10 de agosto, los mandos militares británicos impusieron un acuerdo entre Yudénich y las autoridades estonias[12] que, sin embargo, Kolchak se apresuró a rechazar y fue mal visto por el Foreign Office.[18] Al día siguiente, todos ellos acordaron comenzar las conversaciones con el Gobierno soviético.[24] Para entonces, sin embargo, Yudénich ya había comenzado su avance hacia Petrogrado.[29] El 17 de octubre, caía Gatchina,[29] centro ferroviario hacia la antigua capital.[29] Cuatro días más tarde tomaron los altos de Pulkovo, que dominaban Petrogrado.[34][29][31] Esa misma noche, los bolcheviques retomaban las colinas de Pulkovo y Tsárskoye Seló.[33][39] Protegido por los británicos, Yudénich abandonó Tallin hacia el exilio a comienzos de 1920, dejando atrás a cerca de diez mil soldados y veinte mil refugiados en condiciones espantosas.
Pskov
, ciudad donde se formó el Ejército de Noroeste y que cambió de manos en varias ocasiones en los combates entre este y las fuerzas de
Lenin
.
Trotski
, pasando revista a las tropas. Enviado con urgencia a
Petrogrado
, coordinó la defensa y logró evitar la toma de la ciudad por las unidades de
Nikolái Yudénich
.
Construcción de barricadas en Petrogrado para defender la ciudad contra las fuerzas de Yudénich.