Como los autores originales habían pronosticado, cuando la cohorte inicial de Bangor perdió su estructura social italiana y se americanizó, la incidencia de enfermedades del corazón aumentó.
[1] Esta estadística era anómala de acuerdo a otros factores observados en la comunidad.
Se fumaban cigarros sin filtro, se bebía vino "con aparante abundancia" en lugar de leche y bebidas gaseosas, habían abandonado la dieta mediterránea en favor de las albóndigas y las salchichas fritas.
Los hombres trabajaron en canteras de pizarral donde contrajeron enfermedades respiratorios.
Las casas estaban muy cercanas y todo el mundo vivía más o menos igualmente.'"