En el año 2005 el presupuesto del Ministerio de Educación de Nicaragua correspondió a un 3,1% del PIB (medio punto porcentual más que el año anterior), correspondiendo un 31% del mismo a donaciones de la cooperación internacional.
Se ha observado que los niños varones presentan los más altos índices de deserción y repetición escolar, especialmente en el área rural; que los niños provenientes de hogares pobres y pobres extremos tienen menores probabilidades de permanecer en el sistema educativo; y que existen significativas diferencias de inversión por nivel educativo que agudizan el problema de la desigualdad educativa en el país.
[1] La educación primaria brinda atención básica a los niños de seis o siete años a los doce años de edad y a los que se encuentran en situación de extra-edad hasta los quince años.
La educación secundaria brinda atención educativa a jóvenes y adultos preparándolos para continuar sus estudios a nivel superior o participar eficientemente en la vida del trabajo.
Comprende dos niveles: el ciclo básico (tres años de duración, diploma de curso básico) y el ciclo diversificado (dos años, bachillerato en humanidades o ciencias).