Eduardo Del Piano

[1]​ Eduardo del Piano pensó llegar a ser futbolista de primera división en Boca Juniors pero solo llegó hasta la tercera, como defensa o volante, y después se dedicó solo al bandoneón y al tango.[1]​ Entre 1934 y 1935 integró la orquesta de Augusto Berto en la que ocasionalmente cantaba Ángel Vargas, con quien Del Piano traba una perdurable amistad.También trabajó con las orquestas de Eugenio Nobile, que más adelante se pasó al género del jazz y con la de Federico Scorticati que se había formado para acompañar a la cancionista Dorita Davis.En 1937 se incorporó a la orquesta Los Mendocinos que dirigía Francisco Lauro primero, Juan Sánchez Gorio después y, finalmente, por el pianista Bernardo Blas, con Mario Landi como vocalista.El pianista era César Zagnoli que había reemplazado al retirado Juan Carlos Howard y cantaba Jorge Cardoso, luego radicado en España, donde falleció.Este tango lo venía cantando Julio Martel en una excelente versión con la orquesta de Alfredo de Angelis pero no lo podían grabar porque Francisco Canaro era quien tenía la autorización para que la cantara Eduardo Adrián y en esa época no se permitía que el tema grabado por un sello lo hiciera también en la discográfica competidora.Cuando Bustos y De Rosas buscaron nuevos rumbos llegó Adolfo Rivas, luego reemplazado por Roberto Bayot.[1]​ Hacia 1958 modifica su actividad, se dedica junto con su esposa a atender una perfumería que tenían en la avenida Galicia en la ciudad de Avellaneda pero sin abandonar por completo la música pues en varias ocasiones formaba pequeños conjuntos para actuaciones circunstanciales o para acompañar en sus grabaciones a algunos cantores, tales los casos, entre otros, de Carlos Danel, Néstor Novoa, Osvaldo Ribó y Néstor Soler.