Eduardo Flores Torres

En el transcurso de esa mañana el Presidente Velasco Ibarra había mantenido reuniones en la Segunda Zona Militar y declarado a Guayaquil bajo el control del ejército y como Jefe de Operaciones al Coronel Julio García Ayala, Jefe de la Segunda Zona Militar.

Los pelotones al mando de los oficiales del ejército tomaron posiciones en las bocacalles del sector céntrico de la ciudad, con sus armas listas para hacer fuego y protegidos con máscaras antigases.

Esa delicada situación llevaría a que personalidades como el Rector de la Universidad, Dr. Antonio Parra Velasco y el dirigente del Partido Liberal, doctor Raúl Clemente Huerta, se reunieran con el Jefe Coronel Julio García Ayala, para exigir garantías de las personas que participarían en el sepelio y que los efectivos militares no dispararan a los manifestantes.

Miles de personas salieron a protestar por la desaparición premeditada del reconocido dirigente del magisterio y hombre de ideales nobles y revolucionarios.

Se asegura que el asesinato de Eduardo Flores Torres, no fue fortuito.