Un edificio de acero es una estructura metálica fabricada con acero para el apoyo interno y, comúnmente aunque no exclusivamente, para el revestimiento exterior.
Estos edificios se utilizan para una variedad de propósitos, incluyendo el almacenamiento, espacio de oficinas o viviendas.
El uso de acero para construir edificios se inició a comienzos del siglo XX, pero se generalizó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando hubo mayor disponibilidad de este material.
Los edificios de acero han sido ampliamente aceptados porque se pueden desarrollar estructuras mucho más altas que con el hormigón, situación muy valorada en las grandes ciudades del mundo donde los terrenos son escasos.
Con el beneficio del diseño asistido por computador (CAD), los fabricantes han sido capaces de producir más formatos y variaciones dimensionales.