En 1955, Eddie Bo realizó su primera grabación para la Ace Records, que fue seguido por muchos más en otros sellos, como Apollo, Chess o Checker, con algunos éxitos locales.
Aprovechando este modesto éxito, que principalmente contribuyó a ponerle de nuevo en el mapa del funk, Bo decidió abrir su propio sello, llamado Bo-Sound, el cual debería otorgarle una mayor independencia.
Además, no era precisamente una persona particularmente preocupada por los aspectos legales de su música, que con frecuencia terminaba en manos ajenas.
De estos años provienen discos como Another Side of Eddie Bo o Watch for the Coming.
Si bien Eddie Bo no se convirtió en una de las grandes figuras del funk para el gran público, su reputación entre los entendidos es intachable.