Es una enredadera delgada (tipo liana), débil y pubescente, tiene una base leñosa que persiste.
Las semillas tienen un diámetro entre 2 y 3 mm; posee gran cantidad de vilanos (pelos algodonoso) en el extremo, que facilitan su dispersión por el viento.
El loroco se prefiere fresco en el mercado local y externo, porque en este estado conserva sus características organolépticas.
Debido a su perecibilidad los métodos de conservación más utilizados son la refrigeración y el congelamiento.
[1] Las cuales son tóxicas para el ser humano por lo que no se debe de ingerir la raíz.