Ebba Sparre era hija del consejero privado y mariscal Lars Eriksson Sparre y Märta Banér, y nieta del canciller Erik Larsson Sparre.
Sparre era conocida por el sobrenombre de la belle comtesse (la bella condesa), ya que era famosa en la corte sueca por su belleza.
[1] Cuando Cristina dejó Suecia continuó escribiendo apasionadas cartas de amor a Sparre, en la que le contaba que siempre sería su amante.
De todas formas, este tipo de cartas eran relativamente comunes en aquel tiempo, y Cristina usaba el mismo estilo y lenguaje cuando escribía a mujeres que nunca había conocido, pero cuyos escritos ella admiraba.
Sparre fue la única favorita de Cristina, y mantuvieron el contacto cuando Cristina marchó de Suecia.