E. Antonio Romero

A los 21 años de edad se casa con la profesora María del Socorro Ovalle, luciana de origen, a quien conoció trabajando en San Juan la Laguna, misma que lo acompañara durante toda la vida en su calidad de esposa, con ella procreó seis hijos: Carlos, Alfonso, Julio, Leonel, Antonieta y Antonio.

Años más tarde es trasladado a la Escuela Nacional urbana mixta de Santa María Visitación, en donde de igual manera que la anterior escuela, logró que brindara la atención a los alumnos con primaria completa.

Muchos niños fueron tratados de sus dolencias con medicina natural, que crecía en la comunidad, y química, que escasamente se conseguía, el mismo tratamiento le dio a muchos comunitarios que requirieron de sus conocimientos en medicina, y cuando ellos no eran suficientes para sanar al enfermo, organizaba cuadrillas de vecinos para trasladar al hospital a los pacientes, los cuales eran transportados sentados sobre sillas y cargados por turnos.

En los deportes, promovió especialmente el fútbol, habiendo fundado equipos infantiles, juveniles y de adultos, se le conoció por ser un aficionado incondicional del Club Saprissa de Guatemala.

Desarrollo con mucho éxito los programas educativos: Núcleos Escolares Campesinos, Huertos Familiares, Núcleos Educativos para el Desarrollo, Programas de seguridad alimentaria, con el apoyo del Cuerpo de Paz de los Estados Unidos, y como miembro del Club 4 eses, siempre mantuvo en producción el huerto escolar, del cual se obtenían los productos básicos para los almuerzos escolares que se organizaban en la escuela.

Entre sus obras más conocidas y destacadas se encuentran los poemas: El impresionante trabajo realizado lo llevó a obtener innumerables reconocimientos municipales, departamentales, nacionales e internacionales, que se traducen en diplomas de honor al Mérito, diplomas de Reconocimiento, plaquetas, distinciones honoríficas en tejidos típicos.

Como humanista siempre se opuso a la guerra que durante más de 36 años azotó y azoló Guatemala.