Se emplea en la hidroterapia, que es la utilización del agua como agente terapéutico.
Al contrario el agua fría encoge los vasos sanguíneos, reduciendo posibles inflamaciones o congestionamientos superficiales.
Asimismo produce mayor afluencia de sangre hacia los órganos interiores.
[1] La ducha alternativa de agua caliente-fría reactiva la circulación sanguínea y tonifica la piel.
Después se continúa con agua de temperatura fría iniciando por los pies, la parte más alejada del corazón, hasta alcanzar las regiones superiores del cuerpo.